El restaurante La Concordia emplazado en un local comercial de un Centro Comercial de renombre en la ciudad, nos solicitan el diseño de interior del restaurante con temática a solicitud del cliente como “Un embarcadero en el Puerto de Mazatlán”, el local con anterioridad albergaba un restaurante de comida rápida por lo que la intervención fue completa. Los clientes ya contaban con un local mucho más pequeño y querían expandirse como restaurante para atender a muchos más comensales en este nuevo local, la solicitud era adaptarnos a la tipología del primer local, sin embargo la propuesta es diferente.

De los elementos que se incorporaron fueron dos privados que con una mampara de madera movible pueden lograr abrirse totalmente para unificarse, la idea del proyecto era que estos espacios tuvieran una vista completa al resto del restaurante, el reto mayor fue establecer el mezzanine para lograr contener estos privados. En el diseño se plantea un prototipo de mesa de madera cuadrada de 90 cms que a nivel individual da servicio a 4 personas y se puede unir a otras mesas la cantidad que sea necesario según la cantidad de comensales. Las sillas se propusieron de madera rústica en color natural elaboradas por un artesano especialista y traídas desde la ciudad de Querétaro. Se diseñan 3 elementos de sillas corridas fijas de madera, decoradas con cojines color rojo bermellón, los cojines se dispusieron tanto en asiento como en respaldo.

El plafón era un tema de suma importancia en el proyecto, se coloca un color negro para neutralizar las instalaciones superiores, se proyecta crear un texturado en el plafón y se logra con 3 elementos diferentes. El primer elemento son los palets de madera de pino que otorgan solidez a la decoración del plafón, un segundo elemento se compone por una estructura metálica que sostiene un entramado de cuerdas de yute escogidas específicamente por lograr una mayor definición en su caída lo que logra un elemento de movimiento en la configuración del plafón, y el tercer elemento son las lámparas de bambú traídas desde la ciudad de Querétaro.

En el área de privados las sillas son traídas desde la ciudad de Guadalajara se eligen con una tonalidad neutra para que combine con el color de las sillas de madera del resto del restaurante, son de hilo trenzado con un cojín en el asiento, la base de las sillas es de madera de parota. Las mesas del área del privado son las mismas que el resto del restaurante, las modulares de 90 cms distribuidas de forma perimetral con un módulo vacío en el interior. En dos muros de los privados se plantean unos tapetes de mimbre de artesanos tabasqueños en diferentes medidas y trenzados. El piso se plantea de cerámica tipo madera para todo el restaurante en planta baja y para el mezzanine se plantea un piso de vinil con textura tipo de madera. Para el área de baños se plantea una cerámica con grabado variado para enfatizar la decoración.